Hablemos de las pensiones públicas. Tal y cómo está estructurado el sistema no es sostenible continuar en los términos que hoy conocemos. En los medios de comunicación se habla y esto ayuda a que la población sea más consciente de que es necesario buscar una solución. Un plan privado que tú organizas y tú gestionas.
La falta de Cultura Financiera provoca que la mayor parte de la población desconozca distintos tipos de productos que sirven para dar una respuesta.
Hoy, un medio de comunicación focalizaba la conversación en un producto concreto, los Planes de Pensiones. En dicho programa, comentando un experto decía que los planes de pensiones son un gran negocio para las entidades financieras, aportan una rentabilidad muy baja o incluso negativa y las entidades ganan grandes cantidades de dinero con las comisiones de gestión.
Estoy de acuerdo en el concepto, pero en desacuerdo en focalizarlo y asociarlo a todos los planes de pensiones. Hay Planes de Pensiones que sí son buenos en rentabilidad. Otra cosa es el trato fiscal que reciben.
Aunque sea de forma involuntaria, cuando se habla de esta forma de los Planes de pensiones, sin querer la conclusión de muchas personas, que desconocen que existen otros instrumentos, es que no merece la pena hacer nada ya que los únicos que ganan son los bancos.
No es bueno generalizar. Existen otras herramientas financieras para preparar la jubilación de forma privada. Por ejemplo: Fondos de Inversión, PIAS, Plan de Jubilación, Unit Linked, SIALP, Patrimonio Protegido, etc.
En conclusión, si bien es cierto que hay un problema con las pensiones, lo recomendable es ser prudente y no focalizar en ningún producto en concreto sino más bien, hablar de conceptos a tener en cuenta a la hora de planificar este futuro tan incierto, financieramente hablando.
Para ello,mi recomendación es que todo el mundo pase por una conferencia de planificación y gestión financiera, de las que organizamos desde Barymont por toda la geografía española y en la que se habla de conceptos a tener en cuenta, no de productos, pues ello depende de cada caso y de las necesidades fiscales de cada uno, que no tienen que ser las mismas.
